MOLESKINE ® LITERARIO

Notas al vuelo en cuaderno Moleskine® .

Lector de Toscana

6.30.2005
Resulta muy extraño que dos libros aparezcan en un lapso de tiempo relativamente breve, ambos de autores latinoamericanos, y con exactamente el mismo título. Apareció hace unas semanas, en el sello Mondadori, la novela del mexicano David Toscana El último lector, con título idéntico a la novela del argentino Ricardo Piglia publicada en Anagrama. El último "Babelia" le dedica una reseña elogiosa a Toscana, en la que dice "... se ha inventado una novela porque necesitaba escribir una crítica, recuerda como Nabokov -ambos, estetas de la recepción- que el lector tiene siempre la última palabra, recrimina la frivolidad del sector editorial y denuncia sin ambages que en nuestro panorama literario sobra ruido y faltan nueces, y que mucha literatura no es digna de ese nombre". ¿Para qué sirve una reseña? Nunca se me había ocurrido leer algo de Toscana, pero este libro lo leeré sin duda. Para eso sirven, al fin, las reseñas.

Feria del libro en Lima

6.28.2005
Ya anunciaron la Décima Feria Internacional del Libro de Lima, del 21 al 31 de julio, que por primera vez se llevará a cabo en el Centro de Convenciones del Jockey Plaza (en Monterrico). El país invitado de honor será Colombia y en esta nota de prensa se dicen los nombres de quienes vendrán a participar, entre los que destaca nítidamente el del húngaro Peter Esterhazy, uno de los escritores europeos más interesantes actualmente. Crucemos los dedos porque las cosas, esta vez, finalmente salgan bien.



peter esterhazy el autor de Armonía celeste y La mirada de la condesa Hahn-Hanh vendrá a Lima para la feria del libro.

Nélida Piñón autobiográfica

6.24.2005
Para los que quieran leer algo de la reciente premio Asturias Nélida Piñón, la revista El Cultural ha publicado unas páginas autobiográficas excelentes tituladas "El territorio de mi imaginación" en las que comenta su iniciación literaria con la frase contundente: "Con ocho años me proclamé escritora".



Nélida Piñón "Soy Tauro ascendente en Sagitario. Conjugación de tierra y fuego. ¿Me explica eso?"

Revista

Como todos los viernes, la Revista de Libros de "El Mercurio" trae algunos artículos interesantes. Primero, una reseña a La mesa limón, segundo libro de cuentos del inglés Julian Barnes, escrita por Camilo Marks a quien al parecer no le ha gustado mucho el conjunto (aunque rescata algunos relatos). Marks dice: "En otra época, La mesa limón quizá hubiera merecido el calificativo de decadente. Hoy por hoy, es difícil definir estas crónicas, pero ellas dejan una impresión inequívoca de inteligencia y talento malgastados". También hay un comentario muy elogioso a un libro de Peter Carey traducido en el 2002, publicado por El Aleph editores, titulado La verdadera historia de la banda de Kelly, sobre la historia de bandido legendario australiano. Juan Villoro escribe en su página de opinión sobre la novela Author, author de David Lodge, en la que se ficciona sobre la relación de Henry James con la crítica literaria de su tiempo. Villoro inicia su comentario citando genialmente a Lichtenberg: "la crítica literaria era una enfermedad infantil que todo libro recién nacido debía superar". La entrevista principal es para el poeta chileno Gonzalo Milán que acaba de publicar Autorretrato de memoria. Y también hay una entrevista al autor del polémico libro El hijo del acordionista, Bernardo Atxaga, una novela política sobre la violencia y la política en el País Vasco, quien declara: "El ser vascohablante, el utilizar una lengua minoritaria que probablemente no tiene tantas esperanzas de vida como otras lenguas, es algo que me ha hecho sensible a cierto tipo de cuestiones. Yo me pregunto: ¿se ha dado cuenta la gente de que, tomando una página de un diccionario de español, como el María Moliner, más de la mitad de las palabras que allí figuran ya han desaparecido? Esas palabras son como las cáscaras de los insectos que, cuando se mueren, sólo dejan el caparazón. No pesan nada, no tienen materia orgánica, no tienen vida ninguna". Recordemos que fue justamente por una reseña mala a este libro escrita por Javier Echevarría que se desató una censura, un intercambio de cartas abiertas y finalmente la renuncia del crítico más influyente de El País.

El Madrid de Wong

Para los que todavía no se han aburrido de las conclusiones del Encuentro de Escritores peruanos en Madrid, les presento la crónica que hizo Mario Wong, escritor peruano que vive en Francia y que participó en la mesa de "La literatura de la violencia".

Guadalajara

6.23.2005
El Perú será el invitado de honor de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara de este año. Ayer se presentó en Cancillería la propuesta peruana, que incluye gastronomía, música, arte y, desde luego, literatura. Serán 50 escritores los invitados, entre poetas y narradores, de diversas edades y tendencias. El diario El Comercio entrevista en su edición de hoy a Nubia Macías, directora general de la feria, quien pone el punto sobre la íes sobre lo importante que es la presencia peruana en la feria y, además, aclara a los editores el panorama verdadero de su participación. Esto especialmente ante las quejas, dirigidas especialmente por Germán Coronado, editor de Peisa, quien dice que la invitación no incluye pasaje ni estadía. Responde Macías: "Sé que muchos están interesados que el Gobierno los apoye íntegramente en sus viajes y traslados. Creo que lo que deberían ver es no solo el apoyo que reciban, sino todas las oportunidades de negocios que tendrán. Creo que lo importante es que la gente se dé cuenta de que en Guadalajara está la industria editorial en español y que es allí donde tienen que hacer negocios. Tengo entendido que todo el traslado de libros, el equipamiento de la librería, las aduanas y la creación del catálogo irá por parte de la comisión organizadora. También se les está tramitando a bajo costo hoteles y boletos de avión. Creo que es un apoyo suficiente. Demasiado paternalismo también puede hacer daño"



Cartel Perú invitado de honor de la Feria del Libro de Guadalajara 2005

Norwegian Wood

Edmundo Paz Soldán me acaba de escribir diciendo que el libro que comenté de Haruki Murakami, que en castellano se titula Tokio blues, debió haberse titulado Madera Noruega (Norwegian Wood), pues en la novela es clave la canción de los Beatles con ese nombre. Además, dice que él la considera la mejor novela de Murakami. Y dado que fue Edmundo quien alguna vez me recomendó la espléndida novela Y amanece la muerte de Jim Crace, estoy seguro de que no me decepcionaré con la de Murakami, aunque la lea quizá recién el próximo año (si es que llega a Lima).



Tokio blues de Murakami en su edición norteamericana, titulada Norwegian Wood, en Vintage International

Tokio blues

6.22.2005
Como (casi) todos los miércoles, hice hoy mi acostumbrado recorrido por la página de novedades de Tiramillas, para que se me haga agua la boca con los libros publicados en España y que yo difícilmente podré conseguir en mucho tiempo. Esta vez me llamó la atención Tokio blues de Haruki Murakami, el estupendo escritor de La caza del carnero salvaje que me ha decepcionado mucho en algunas de sus novelas últimas pero no sé por qué me tinka -probablemente porque no la conseguiré pronto y la angustia es mi estado natural- que Tokio blues sí me gustará mucho. Por lo pronto, la carátula me parece buenísima.



Contratapa Toru Watanabe, un ejecutivo de 37 años, escucha casualmente mientras aterriza en un aeropuerto europeo una vieja canción de los Beatles, y la música le hace retroceder a su juventud, al turbulento Tokio de finales de los sesenta. Toru recuerda, con una mezcla de melancolía y desasosiego, a la inestable y misteriosa Naoko, la novia de su mejor –y único– amigo de la adolescencia, Kizuki. El suicidio de éste les distancia durante un año hasta que se reencuentran en la universidad. Inician allí una relación íntima; sin embargo, la frágil salud mental de Naoko se resiente y la internan en un centro de reposo. Al poco, Toru se enamora de Midori, una joven activa y resuelta. Indeciso, sumido en dudas y temores, experimenta el deslumbramiento y el desengaño allá donde todo parece cobrar sentido: el sexo, el amor y la muerte. La situación, para él, para los tres, se ha vuelto insostenible; ninguno parece capaz de alcanzar el delicado equilibrio entre las esperanzas juveniles y la necesidad de encontrar un lugar en el mundo. Con un fino sentido del humor, Murakami ha escrito el conmovedor relato de una educación sentimental, pero también de las pérdidas que implica toda maduración. "Tokio blues" supuso el reconocimiento definitivo de Haruki Murakami (Kioto, 1949), sin duda el más prestigioso escritor japonés de la actualidad.

Sartre

6.21.2005
A propósito del siglo de Sartre, que se celebra hoy, este especial muy interesante de El Mundo. Escriben José Antonio Marina, Álvaro Pombo, Eugenio Trías y Carlos Semprún Maura.



El siglo de Jean Paul Sartre en "El Mundo"

Polémica 2

Siguiendo con las polémicas literarias, que son el lamentable pero previsible resultado del Encuentro de Narradores en Madrid, el crítico peruano Ricardo González Vigil -sintiéndose ofendido por un artículo de Alonso Cueto en Perú21 donde hace un "estado de la cuestión" de la crítica peruana y no lo menciona-, anuncia la existencia de una literatura que tiene "sospechosamente influencia norteamericana" y que no tiene el nivel de la literatura andina/global (así llama él a sabe dios qué autores). Obviamente, se refiere a la literatura de Alonso Cueto -cuidándose, previa llamada telefónica, de que Fernando Ampuero no se sienta aludido porque Vigil cuida su trabajo en "El Comercio"-, y probablemente a la Niño de Guzmán. Como sea, dos cosas son aquí para la polémica. En primer lugar, decir que la influencia de la literatura norteamericana solo la tienen los autores como Cueto o Niño de Guzmán, cuando escritores como Miguel Gutiérrez o Rivera Martínez, y muchos más, también son herederos de escritores como Hemingway, Dos Passos y en especial Faulkner (¿o acaso se le olvidó a Vigil que Faulkner es norteamericano?). Y en segundo lugar, ¿por qué califica de "sospechosa" la influencia norteamericana de Cueto? ¿"sospechosa" de qué, se puede saber? ¿cree que los gringos le están pagando algo para meterse en el cerebro y colonizar a los lectores peruanos? ¿o cree qe Cueto es un agente de la CIA? Ni lo uno ni lo otro, viniendo de González Vigil es obvio que simplemente puso lo primero que se le pasó por la cabeza sin detenerse a meditar qué quiso decir. Triste y paradójica confirmación de lo poco que le importan las palabras a un crítico literario como él, cuya patológica ociosidad incluso para hacer reseñas colo confirma el comentario de Alonso Cueto sobre el lamentable estado de la crítica nacional.



Agente El -según González Vigil- "sospechosamente" agente norteamericano Alonso Cueto

Polémica 1

A partir de una frase de un post anterior, en que me referí a la "Revista de Literatura", he recibido de su director, Ricardo Virhuez, esta aclaración que publico, en primer lugar, para rectificar la información recibida (me dijeron que el artículo aquel había sido publicado en esa revista, lo que no es cierto) y en segundo lugar, para que quede constancia de que no he mentido un ápice al calificar la revista como "una revista que lo único que hace es buscar dividir la literatura peruana en dos: la de ellos y la del resto".
Por otra parte, he subrayado en rojo los insultos absolutamente gratuitos que he recibido de Ricardo Virhuez. Este señor me descalifica como escritor sin más argumentos que frases hechas como "sin experimentación ni buen manejo del idioma, con temas banales e intrascendentes, sin el conocimiento básico de recursos y técnicas narrativas", y finalmente calificándola de "subliteratura" (por cierto, ¿qué es eso?). Tambén ataca mi programa -"de programas de Tv aburridos y que no aportan nada en favor de la cultura nacional"-. Y finalmente a mi persona -"unir con facilidad la arrogancia con la imbecilidad"-. Todo eso pase, es su opinión finalmente, pero lo que es inaceptable es la falta absoluta de dignidad al ofenderme con temas que no tienen nada que ver con la literatura, como cuando dice"con las mismas limitaciones de como habla" burlándose de mi frenillo. ¿Merecía mi comentario una respuesta tan desproporcionada? Lo dudo.

En fin, creo que el pez por la boca muere, y Ricardo Virhuez en una carta tan agresiva y llena de golpes bajos como ésta se descalifica solo.

En cuanto al contenido de su carta, más allá del tono agresivo que define a aquel que no tiene argumentos, debo decir que está plagada de mentiras y ridiculices. En primer lugar, no sé por qué piensa que quiero" ganar notoriedad" a costa de una persona poco conocida como él y de una revista que no circula demasiado, publicando un comentario en un blog que no leen más de 120 personas al día.
En segundo lugar, piensa que existe una "versión oficial" del Encuentro de Literatura en Madrid cuando tanto lo publicado por Alonso Cueto en Perú21, como lo mío en Caretas, son solo columnas de opinión y así se presentaron. Asimismo, lo escrito por Yolanda Vaccaro para "El Comercio" no era una nota de prensa "oficial" sino una reseña periodística, y es una calumnia aquello de que Yolanda Vaccaro se basa en "falsas declaraciones". Que yo sepa, los únicos que quieren dar siempre versiones "oficiales" de la "literatura peruana", son personas como Ricardo Virhuez, que no sé con qué arrogancia se atreve a ponerle de título a su revista "Revista de Literatura peruana" cuando tienen una versión parcial y prejuiciosa de la misma. En más de una ocasión, he recibido mensajes y llamados de escritores de provincias mostrando su desacuerdo con posturas como las del señor Virhuez, molestos y preocupados porque temen que por culpa de estos discuros de demagogia literaria se piense que todos los escritores de provincias son así de intransigentes.
En tercer lugar, Virhuez dice "... lo sorprendente, sin embargo, es que de pronto los escritores criollos aboguen por la "diversidad" literaria, por la "multiplicidad" y que "hay espacio para todos". No sé de qué se sorprende. En lo que a mí respecta, siempre he abogado por esa multiplicidad, y lo hecho durante la década de los 90, cuaando nadie se atrevía a decir eso, años en que autores como Miguel Gutiérrez opinaban que solo había una forma de escribir en el Perú (la realista crítica) y en que autores como Virhuez radicalizaban sus propuestas andinas ideológicas eliminando de plano todo lo que tuviera, según ellos, "tufo occidental", burlándose de los apellidos extranjeros, insultando a los autores limeños. Algunos rezagos de esa postura quedan en esta carta al calificarnos de "rivagueritos". Lo realmente sorprendente, por tanto, es que ellos ahora hablen de esa multiplicidad.
En cuarto lugar, quisiera que Virhuez aclare qué quiso decir con aquello de "dichas notas provienen precisamente de ese sector criollo enquistado en el poder y la corrupción" ¿Me está llamando "corrupto" bajo qué pruebas? ¿O es solo una calumnia más? ¿Es ud. un calumniador sr. Virhuez? ¿Eso le parece ético o responsable?
En quinto lugar, sobre lo de calificarme como uno de los "sujetos que precisamente, en los medios donde filtran la información cultural y cierran los espacios a todo aquello que esté fuera de su círculo de intereses" debo decir que Virhuez no solo está desinformado a drede sino, incluso, es mentiroso y malagradecido. A mi programa han asistido muchísimas veces escritores de provincias, incluso personas como Zeín Zorrilla con quien tuve una discusión literaria en Bogotá sobre este tema y a quien invité a debatir su propuesta en mi programa. Si no hay más presencia regional, es porque lamentablemente el canal no asume los gastos de enviarme a provincias, pese a que se lo pido siempre. Y en cuanto a Virhuez y su revista, jamás he dejado de mencionar la Revista de Literatura en la estafeta del programa, incluso de números en los que se me insultaba en columnas al interior, e incluso he entrevistado a uno de sus directores para hablar de la revista y de sus libros. ¿Pretende negar eso también? Cuando el señor Virhuez se me acercó en el aeropuerto de Madrid y me saludó amablemente, saludo que contesté con la misma amabilidad, pensé que era una señal de buena voluntad de dos escritores "en orillas opuestas", y también un reconocimiento al hecho de que yo, pese a ser atacado siempre por esa revista, la mencionaba en el programa sin descalificarla y sin juzgarla. Lamentablemente me equivoqué, y todos los amigos y colaboradores de Virhuez saben que no miento.
En sexto lugar dice: "En el congreso en Madrid se explicaron las características literarias de los narradores criollos, y la conclusión fue tajante: es una mala literatura" Al respecto solo queda decir que, por lo que yo sé, eso no sucedió en ningún momento. No creo que en un congreso se pueda hacer seriamente una afirmación así de tajante. Si alguien lo dijo en alguna mesa, debe ser un exabrupto intrascendente que no se puede tomar en serio. Lo que sé del encuentro, es que sucedió todo lo contrario. Por ejemplo, en una mesa de expositores españoles se habló muy bien y sin prejuicios de estos libros "de limeños" -incluido los míos, así como el de los escritores andinos como Colchado o Rosas Paravicino, como debe ser.

Estoy leyendo (20/6)

6.20.2005
Crónica de la ciudad de piedra, de Ismaíl Kadaré
De Bolsillo: Madrid, 1989
140 págs

Más Saer

Sobre la muerte de Juan José Saer, la sección "Radar Libros" del periódico argentino Página 12 acaba de publicar un homenaje llamado "El hombre que hacía llover" que empieza con una pregunta contundente: "¿Qué se puede decir de Juan José Saer, que era hasta hace unos días el más grande escritor argentino viviente, y ahora está muerto?"



Juan José Saer (1937 - 2005)

Más sobre el encuentro en Madrid

6.17.2005
Paolo de Lima, poeta peruano que vive en Canadá, me acaba de enviar un artículo sobre el Encuentro de Escritores en Madrid (no escrito por él, por cierto, sino por alguien que no merece ser mencionado) publicado, me parece, en la Revista de Literatura Peruana, una revista que lo único que hace es buscar dividir la literatura peruana en dos: la de ellos y la del resto. El texto está muy mal escrito, lamentablemente, lo que en principio descalifica al autor pues ¿bajo qué bases puede calificar alguien lo bueno o malo de otro autor si él mismo no sabe escribir una frase sin enredarse con las comas? Cuando no se embotella en términos de apariencia antropológica, libra su falta de argumentos apelando a adjetivos como “chulescos” y “macarras” ( que usó para descalificar a los autores de la mesa en la que yo participé). En aquel texto somos testigos nuevamente de la envidia, el prejuicio y la mezquindad con que algunas personas pretenden descalificar a los autores que, curiosamente, no son de su argolla, llamándolos “argolleros”.
De todas las estupideces que el cantinflesco cronista menciona, la más ridícula es aquella con que pretende descalificar el interés que despertó en varios de los participantes la obra de Daniel Alarcón -de quien he hablado en este blog-, un joven autor peruano que escribe en inglés y publica en EEUU. Dice el cronista que por alabar a Alarcón “ni siquiera se planteó el ejercicio de interculturalidad dentro del Perú”. No entiendo por qué alabar la obra de un autor implique desconocer la de otro. El hecho de que alguien hable bien de un escritor como Alarcón no signifique que le esté dando la espalda a los "escritores interculturales", como los llama con este sujeto sin explicar a quiénes se refiere. La obra de Daniel Alarcón es un ejemplo más de las múltiples caras que tiene la literatura peruana (y en este caso, diría incluso latinoamericana), y que despierta especial interés porque la migración peruana en EEUU es un fenómeno importantísimo para la vida económica y social del país. Pero eso no quita que existan otras voces igual de interesantes en la literatura peruana, como el mismo Daniel Alarcón lo mencionó en su ponencia, comentando sobre la literatura que podrá escribirse en los conos de Lima, por autores cuyos padres o abuelos son migrantes y han conseguido crearse un espacio autónomo e independiente, a contrapelo de esa Lima reducida que se espantaba del crecimiento demográfico y las barriadas de hace cincuenta años, que definitivamente ya no existe.
El sujeto se escandaliza, además, de que yo en mi discurso haya mencionado a Dina Páucar y a Chacalón, músicos populares de enorme éxito en público y que son la prueba de la existencia una sensibilidad distinta que busca reconocerse en un arte propio. Es ese público al que los autores migrantes o regionales o "interculturales" podrían acceder si saliesen de ese encasillamiento al que se han sometido, según el cual la “literatura peruana” solo puede hablar de piedras que se convierten realista-mágicamente en pumas; abuelas que se niegan a abandonar las arguedianas e incorruptibles alturas andinas para no someterse a la maldad virreynal limeña; o libros donde se “humaniza” a los terroristas mostrando cómo comen o cómo se enamoran antes de morir "heroicamente" por su ideología. Claro, cada uno puede y debe escribir sobre lo que quiera. Pero que quede claro que son quienes pertenecen a esa argolla telúrica, intolerante y lacrimosa, los únicos culpables de no superar la dicotomía andino/bueno vs. urbano/malo, valiéndose para ello de falsos enfrentamientos en una literatura peruana que –pese a quien le pese- es absolutamente plural y diversa como lo es el país mismo.

Revista

Bien. La edición de hoy de "Revista de Libros" del diario chileno El Mercurio, trae muchas más notas de interés que la de la semana pasada. En primer lugar, un breve texto escrito por Juan José Saer, como homenaje a su muerte ocurrida la semana pasada. Se titula "Caminaba un poco encorvado" y se refiere al exilio. Luego, Alberto Fuguet se reconcilia -literariamente hablando- con el escritor argentino Piglia a partir de la lectura de El último lector y la recomendación de Edmundo Paz Soldán quien le dijo "Escribe de libros y de autores, pero no es del bando enemigo. A la larga cuenta historias y se emociona". También hay un ensayo sobre la última novela de Umberto Eco (fragmento de un ensayo más largo publicado en El País de Uruguay) que concluye: "Al terminar, uno se pregunta si no sería posible que después de cinco macizos tomos de 500 páginas Eco se autorizara a sí mismo, éxito mediante, a emprender una novela... corta". Y finalmente, una entrevista con Roberto Calasso, el genial autor de la novela/ensayo K, sobre Kafka, titulada "La literatura no sustituye nada", en la que se permite dar un duro golpe a la crítica literaria: "Los más grandes críticos del pasado siglo son generalmente escritores: Gottfried Benn, Proust, Borges, Hofmannsthal, Brodsky, Auden, Mandelstam, Valéry. Son todos escritores que hablan de otros escritores, no utilizan metodologías críticas, escriben muy caprichosamente. Si comparamos los textos de estos escritores con los de críticos de filiación semiológica, o estructuralista - aunque ya no se dice estructuralista- , o de cualquier otra corriente, los mejores estarán claramente del lado de los escritores. No recuerdo un solo libro esencial que haya nacido en el seno de alguna de esas disciplinas críticas".

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Roberto Calasso en la carátula de la "Revista de Libros"

Nélida Piñón

6.16.2005
La narradora brasileña Nélida Piñon ganó ayer el premio Príncipe de Asturias de las Letras 2005, en una final en la que compitió con Paul Auster y Philip Roth y el israelí Amos Oz. Aunque la obra de Nélida Piñón no sea muy conocida en el Perú -aún recuerdo cómo se hongueaban decenas de ejemplares de Tebas de mi corazón en los remates de la feria de libros, y los pocos ejemplares que se animaron a traer de La República de los sueños -, su nombre sí lo es, por estar asociado al de Vargas Llosa, de quien es muy amiga (incluso, Vargas Llosa alguna vez bromeó que, de no estar casado, se casaría con ella) y a quien le dedicó la novela La guerra del fin del mundo. Según el jurado, en la escritura de Nélida Piñón confluyen diversas tradiciones literarias que configuran "una singular teoría del mestizaje".



Nélida y Mario Fotografía tomada en Estocolmo, Suecia, en mayo de 1978 (encontrada en la página http://www.mvargasllosa.com). Unos años más tarde Vargas Llosa le dedicó a su amiga La Guerra del Fin del Mundo

Taxi en Mérida

6.15.2005
Cuando hace unos meses llegué a Mérida, Venezuela, luego de una estúpida pelea con el unineuronal counter de Aeropostal que me hizo retrasar un día el viaje, me recibieron diciendo: "tú odisea ha sido terrible, pero no supera la de Fabrizio Mejía" Yo sabía por Mario Bellatin que Fabrizio era un cronista mexicano, pero no lo ubicaba de rostro. Cuando finalmente me lo presentaron, obviamente lo primero que hice fue preguntarle en qué consistió su tan mentada odisea. Me lo dijo y caí de espaldas: como perdió su vuelo, y temiendo quedarse en la peligrosa Caracas, había pagado una cantidad obscena de dinero porque un taxi lo lleve del aeropuerto de Maiquetía hasta Mérida (algo así como tomar un taxi en el Jorge Chávez y pedirle que te lleve a Trujillo). Jamás entendí cómo alguien, por temor a que lo asalten en un hotel de Caracas, se gasta tal cantidad de dinero y se mete con maletas, dolares y tarjetas de crédito en un taxi para viajar siete horas, guiado por un desconocido por una carretera solitaria y oscura. ¿Está loco o qué? En fin, a ninguno de los que estuvimos en el encuentro nos quedó la duda, luego de oír su anécdota, de que ésta se convertiría en una crónica. Y en efecto, la escribió y acaba de ser publicada en Lateral bajo el título "Viaje al fin de los Andes". En un momento de su divertidísima crónica, Mejía le ruega al taxista que lo lleve a Mérida. Este contesta "Son como 700 kilómetros. Eso es cruzar siete estados de la república". Mejía replica: "¿Tienes algo mejor que hacer?" Muy recomendable.



Mejía en Taxi Son 700 kilómetros de esperanzas revolucionarias, hijos despedidos, bancos quebrados, música anti imperialista y una única sopa con sabor a petróleo.

Cuento de Santiago Roncagliolo

Para quienes no pueden leer el libro de cuentos de Santiago Roncagliolo, Crecer es un oficio triste, y quieren saber qué tal es como cuentista Santiago, les dejo la dirección de la revista Lateral de Barcelona, en cuyo último número publica el cuento "El adúltero". Empieza así: "Olió a Blanca por primera vez una mañana, al inclinarse sobre su hombro para verificar unas cifras en su computadora. Llevaba dos años compartiendo con ella el diminuto cubículo, el reloj para marcar tarjeta y la máquina de café, pero sólo entonces se dio cuenta de que jamás había percibido el aroma de su cuello, justo detrás de las orejas, en combinación con el champú al huevo".



Santiago Roncagliolo

Lo mejor de Aira

Hace un año, en la Feria del Libro de Guadalajara, nos reunimos un grupo de escritores latinoamericanos (chilenos, peruanos, mexicanos y argentinos) y todos coincidimos en nuestra admiración por el narrador argentino César Aira, aunque también aceptábamos que era demasiado prolífico y muchas de sus cosas no eran tan buenas. Sin embargo, no llegábamos de acuerdo en cuál era su mejor novela (ni la peor). Y lo cierto es que algunas que para los demás eran terribles, para otros eran geniales. Y viceversa. Finalmente, decidimos hacer una pequeña encuesta sobre "la mejor novela de aira" en la que cada uno tenía que colocar tres de ellas. Y la que salió elegida, porque fue mencionada por todos, fue Un episodio en la vida del pintor viajero. Lo malo era que esa novela estuvo siempre publicada por editoriales con mala distribución continental, como "Era" de México. Pero ese problema se ha superado, y me alegra, porque veo que Mondadori acaba de publicarla en España. Si tienen la oportunidad, no se pierdan este Aira en estado puro.

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Contratapa Johan Mortiz Rugendas, a quien el mismo Humboldt admiraba como a un buen maestro en el arte pictórico de la fisonomía de la naturaleza, fue el mejor de los pocos pintores viajeros que hubo en Occidente. De su segundo viaje a América resultaron miles de óleos, acuarelas y dibujos cuyos objetos fueron primordialmente las selvas y montañas tropicales. Pero el objetivo secreto de su viaje era Argentina: sólo allí, pensaba, en el vacío misterioso que había en el punto equidistante de los horizontes sobre las llanuras inmensas, podría encontrar el reverso de su arte

La piedra alada

6.14.2005
la piedra alada es el título del último poemario de José Watanabe, publicado en Pre-Textos, al que le ha ido muy bien como anuncia el diario La República en su edición del fin de semana pasado (el poemario está hace dos semanas en primer lugar de ventas en libros de poesía en España). En su última edición, el suplemento El Mundo le dedica una reseña al poemario de Watanabe, que siendo elogiosa, también pone ciertos reparos. "Poesía áspera y reconfortante, aunque no siempre acierte a levantar el vuelo, la de La piedra alada" dice. Lo cierto es que José Watanabe desde hace algunos años se ha convertido en uno de los poetas esenciales de la poesía última en castellano, con un reconocimiento cada vez mayor en América Latina y una consagración definitiva en los ambientes especializados españoles. Hay que añadir que pocos poetas peruanos en actividad, además, merecen con tanta justicia ese reconocimiento.



La piedra alada de José Watanabe

Murió Saer

El novelista argentino Juan José Saer falleció hace unos días en París, víctima de un cáncer al pulmón. De Saer solo he leído algunas novelas, y me llamó la atención especialmente una llamada La Ocasión, que ganó el premio Nadal. Hoy descubro en mi biblioteca que tengo un par de novelas suyas aún no leídas, y creo que es un buen momento para leerlas y ver si finalmente despierta en mí el entusiasmo que muchos buenos lectores tienen por su obra, como por ejemplo Ricardo Piglia quien dice de él: "Decir que Saer es el mejor escritor argentino actual es una manera de desmerecer su obra. Sería preciso decir, para ser más exactos, que Saer es uno de los mejores escritores actuales en cualquier lengua".



juan josé saer (1937- 2005) dejó inconclusa una novela dedicada a la última sinfonía de Schubert

Estoy leyendo (14/6)

La noche de Morgana de Jorge Eduardo Benavides
Alfaguara: Madrid, 2005
176 pags.

Salón de belleza

6.10.2005
Hablando de revistas, realmente muy divertido el último número de Etiqueta negra titulado "Salón de Belleza" y que tiene como tema, obviamente, la belleza (femenina y masculina). Hay muchos artículos, más de lo usual, que están en gran nivel. Por ejemplo, el de Daniel Titinger dedicado a la Miss Mundo peruana, Maju Mantilla. También el -sumamente preocupante para mi 1.75 mts de estatura- de Nancy Etcoff titulado "El tamaño sí importa". Gabriela Wiener explica con absoluta convicción qué es un hombre bello, mientras la mexicana Marcela Turati entre a Brasil y nos explica qué tienen las brasileñas y los brasileños que no tenemos los demás latinoamericanos (y no solo se habla de culos). Un artículo imprevisto es el de Christian Meier dedicado a su madre, Gladys Zender, que fue la Miss Universo latinoamericana. No solo está escrito con corrección, sino que además coloca una serie de anécdotas muy bien escogidas para ilustrar lo que quiere contarnos. Me aseguran que Christian Meier apenas si necesitó un editor, que quizá mejoró una coma o algo así, pero el artículo, la redacción y la estructura del relato es suyo. Siendo así, es mejor escritor que cantante. Mis dos textos favoritos son el de José Alejandro Castañón titulado "Cada día nace una Top-Model en Medellín", un ejercicio impecable de periodismo de investigación lleno de ideas y anécdotas estupendas que retrata, desde el punto de vista de la belleza, toda la violencia y las contradicciones sociales de un país conflictivo como Colombia; y el brevísimo texto de Luis Jochamowitz, muy bien escrito e inteligente, además de aquel sentido del humor preciso y para nada efectista que siempre tiene Jochamowitz. Se titula "El futuro del hombre invisible", y en él se da cuenta de tres inventos de última hora que buscan convertir al hombre en un objeto para hacerlo muy visible (en un par de casos) y absolutamente invisible en el tercero. Sin duda, por esta cantidad de artículos interesantes que he comentado, puedo decir que este es el número de Etiqueta Negra que más he disfrutado en sus tres años de vida.



Etiqueta Negra año 3, número 24

Revista

La edición de hoy de la "Revista de Libros" de El Mercurio trae dos notas especialmente interesantes. En primer lugar, la continuación del texto de Ignacio Echevarría sobre los premios literarios españoles, que él considera amañados. Al finalizar su nota declara: "Fingir inocencia o demostrar desinterés no es razón suficiente para exculpar a quienes aceptan implicarse, en cualquier nivel, y por los motivos que sea, en el mecanismo corrupto de los premios literarios. Dentro del mismo, son los editores los que parecen actuar conforme a una lógica más explicable. Quienes aceptan el papel de jurados tienen mucha menos justificación, y quizá por eso mayor responsabilidad moral. Pero ellos no son los únicos cómplices de la tramoya. Todavía queda por considerar qué papel juegan en esto los medios de comunicación y los escritores mismos que se presentan a concurso". El artículo termina con un amenazador y cinematográfico "continuará", y al parecer ahora le toca el turno a los escritores que aceptan el premio... En segundo lugar, la presentación de Rodrigo Rey Rosa, estupendo narrador guatemalteco, que será jurado del próximo concurso literario de la "Revista de Libros". En la entrevista de Alvaro Matus se resalta el tema del viaje en la vida y obra de Rey Rosas: " Es cierto que viajar me ha ayudado a escribir, porque viajar te hace acostumbrarte a estar solo, y estar solo me parece que es una condición sine qua non para la escritura. Tengo la impresión de que me hago invisible, o me gusta pensar que es así. Sin embargo, creo que aun si no me hubiera sido posible desplazarme físicamente por el mundo, habría terminado escribiendo" dice el gguatemalteco, que ha vivido -entre otros lugares- en Nueva York y en Marruecos, y actualmente en su país.



Rodrigo Rey Rosa entrevistado para la "Revista de Libros"

Madrid era una fiesta

6.09.2005
Coloco en mi cuaderno de notas el artículo Madrid era una fiesta que publiqué hoy en la revista Caretas sobre el Encuentro de Escritores peruanos en Madrid.

El peregrino

6.08.2005
En la lista de las 100 mejores novelas de The Guardian, inmediatamente después de El Quijote, en el número dos, aparece El progreso del peregrino, novela de John Bunyan. Desde luego, me llamó la atención que esté tan altamente calificada una novela y un autor del que yo jamás había oído hablar. Ahora, gracias al google, sé que John Bunyan fue un escritor y pastor puritano que nació en noviembre de 1628 en Elstow, cerca de Bedford, y murió de neumonía el 31 de agosto de 1688 en Londres. También sé que su obra más famosa, El progreso del peregrino trata sobre el viaje de un cristiano a la ciudad celestial, una alegoría del peregrinaje de un alma en busca de la salvación bajo el símil de un sueño. Siendo el tema de mis libros el viaje, la alusión al tema de Bunyan me despertó enormemente la curiosidad. Encontré una traducción completa -pero poco fiable- de su libro en la web. Leí el comienzo y me caí de espaldas. Me estaba hablando a mí, solamente a mí: "Caminando iba yo por el desierto de este mundo, cuando me encontré en un paraje donde había una cueva; busqué refugio en ella fatigado, y habiéndome quedado dormido, tuve el siguiente sueño: Vi un hombre en pie, cubierto de andrajos, vuelto de espaldas a su casa, con una pesada carga sobre sus hombros y un libro en sus manos. Fijando en él mi atención, vi que abrió el libro y leía en él, y según iba leyendo, lloraba y se estremecía, hasta que, no pudiendo ya contenerse más, lanzó un doloroso quejido y exclamó: — ¿Qué es lo que debo hacer?"



El progreso del peregrino en edición de Catedra. Espero que El Virrey la tenga.

100

Gracias al blog The Art Of Fiction de Mauricio Salvador, me entero de que existe una lista de las 100 mejores novelas, de cualquier época y estilo, hecha por The Guardian. En primer lugar se encuentra El Quijote de la Mancha y luego siguen una serie de novelas, algunas absolutamente desconocidas para mí, casi todas del curso obligatorio de literatura en lengua inglesa del colegio (un lector del blog de Mauricio dijo con acierto: "la lista debió llamarse las cien mejores novelas segun un ingles comedor de opio") Dos sorpresas y una enorme decpeción me llevé con la lista. La decepcíón fue que Lolita de Nabokov aparece recién en el número 69 (aunque pensándolo bien, aquel número es un homenaje), y Pálido fuego no aparece. Las sorpresas son dos; primero, que Sebald haya logrado colarse en el número 100 con Austerlitz, y dos, que Rushdie aparezca recién en el número 97 con un libro de cuentos (Harun y el mar de las historias) y no con su novela Hijos de medianoche que, si no me equivoco, fue considerada Booker de Bookers (o sea, el mejor Booker en 25 años o algo así). Hace unos años, cuando Rushdie estaba de moda, ¿hubiera pasado esto? Incluso la buena literatura se somete a las modas, no hay nada que hacer.



rushdie ya pasó de moda

Encuentro en Madrid

Hace una semana terminó el Encuentro de Escritores Peruanos en Madrid orgnaizado por Mirada Malva y los escritores Mario Suárez y Jorge Eduardo Benavides. Estuve ahí y sé que la discusión telúricos/urbanos, o andinos/criollos, no fue tan grave ni abarcó la mayor cantidad de las mesas como se ha pensado. Al contrario, lo "histórico" de este encuentro fue ver que desde distintas tendencias y personalidades, se aceptó que la literatura peruana era una pluraridad, una suma de voces y temas personales. Algo inconcebible si hubiera ocurrido hace más de 10 años, cuando por publicar un libro de cuentos dedicados a una actriz de Hollywood un escritor, comisario literario de aquellos años, me recomendó que cambie de estética y me una a la "literatura con conciencia social", que él consideraba la única válida en el país. En fin, eso es ya agua pasada y ahora existe la dispersión y aquello heterogéneo que -creo yo- representa mejor a un país como el nuestro. Claro, hubo algunos escritores desubicados que quisieran quejarse de que los medios no les hacían caso (Miguel Gutierrez los fustigó diciéndoles en su cara pelada que se fijan en el tamaño de la foto y no en la obra), e incluso hubo uno que llamó "extranjeros encerrados en sus casas miraflorinas" a los que no eran ni andinos ni regionales, y encima tenían apellidos extranjeros. ¿A quién se habrá referido?

Por cierto, la polémica llegó a oídos del escritor español J. J. Armas Marcelo, quien en el ABC comenta el tema bajo el título "Telúricos y evadidos" y lo lleva a las aguas españolas, donde también se cuecen habas. Entre paréntesis, me llamó la atención (y me fascinó, por cierto) que Armas Marcelo inicie su artículo hablando de Luis Loayza.

Estoy leyendo (8/6)

El Neguijón de Fernando Iwasaki
Alfaguara: Madrid, 2005
176 págs

Revista

6.03.2005
Como todos los viernes, hago mi acostumbrado repaso por la Revista de Libros del diario chileno "El mercurio". En primer lugar, Rafael Gumucio escribe una columna donde compara el éxito y el destino de los escritores chilenos Roberto Bolaño y Luis Sepúlveda: "El boom les dio a Roberto Bolaño y a Luis Sepúlveda un hogar en que comprenderse a sí mismos y explicarse al mundo. Sepúlveda eligió la versión simplona. Bolaño, en cambio, tuvo la lucidez de ver el reverso del mito". Luego, hay un homenaje al poeta Jorge Teiller (estupendo poeta chileno que está muy vinculado al Perú, por cierto). Y finalmente, una extensa entrevista de Alvaro Matus a Ricardo Piglia, a raiz de su último libro en Anagrama El último lector. Entre muchas cosas inteligentes, hay una declaración de Piglia para mí especialmente buena: "Muchos escritores han sobrevivido gracias a un solo lector que ha persistido. Por ejemplo, Svevo gracias a Joyce, Joyce gracias a Pound, Pound gracias a Ginsberg. Quiero decir que los escritores son a menudo la verdadera cadena de transmisión de la literatura. El escritor es el guardavida".



Nuevo número de la "Revista de Libros".

Wasabi

Alan Pauls es un escritor que durante muchos años fue elogiado por una serie de estupendos lectores -Fresán, Bolaño, Piglia-, pero a quien no se conocía demasiado ni siquiera en su propio país. Una novela suya, Wasabi, era considerada de culto y estaba en condición de inhallable, al igual que su primera novela -de título insuperable- titulada El pudor del pornógrafo. La situación cambió radicalmente hace un par de años cuando ganó el premio Herralde con El Pasado, una genial novela, de lo mejor que se ha escrito en mucho tiempo en nuestro idioma, sobre una relación celópata. Ahora, la buena noticia es que Anagrama acaba de publicar nuevamente Wasabi, que ya no existía en librerías. La mala es que habrá que esperas más de seis meses para tener la novela en Lima, a no ser que a alguien se le ocurra aprovechar la venida de Alan Pauls al Perú para la Feria del Libro y adelantar el embarque de su novela reeditada (¿ustedes creen que eso sucederá? no sean ingenuos).



Contratapa Invitado a pasar dos meses en una residencia de escritores en un puerto francés, un novelista argentino –treintañero haragán, narcoléptico y celoso recalcitrante– emprende el viaje junto a su mujer como si fuera un programa turístico. No sabe hasta qué punto esa vacación europea se convertirá en la peor y más aleccionadora de las pesadillas. Apenas instalado, el cuerpo le juega malas pasadas: un extraño quiste le brota en la base del cuello y la crema homeopática que le recetan resulta tener propiedades lisérgicas. Su mujer, harta de Francia, se refugia en Londres, mientras su editor francés se comporta como un consumado impostor en interminables sobremesas alcohólicas. Esas zozobras lo empujan a un laberinto de espejismos y trampas en cuyo centro lo esperan la intemperie, el delirio y acaso el crimen. Wasabi es la crónica alucinada de cómo un escritor se fabrica un mundo atroz para acceder a la verdad del amor y la literatura.

Alarcón

6.02.2005
Una de las mejores cosas del Encuentro de Escritores Peruanos en Madrid, al que asistí la semana pasada, es que conocí a Daniel Alarcón. Daniel es un muchacho muy joven -26 años creo- que se fue a vivir, como tantos peruanos, a EEUU cuando era un niño. Cuando asistí a un encuentro de escritores en Sevilla, hace dos años creo, Edmundo Paz Soldán llevaba en la maleta un New Yorker donde aparecía un cuento de Daniel titulado "City of clowns", y me decía que era insólito que alguien de su edad y peruano publicase ahí. Anunciaba, por ello, grandes cosas tanto a nivel de talento literario como de suerte editorial. El talento lo tiene, sin duda, y el éxito lo acaba de tener con la exitosa publicación en Harpers Collins de su primer libro de cuentos War by candlelight, que en castellano se ha traducido como Guerra en la penumbra. Fue divertido ver a Daniel entrar al Congreso con una mirada un poco a lo Stan Laurel, extraviado y con el pelo en punta, incluso asustado de ver tanto escritor peruano junto. Probablemente, además, debido a su timidez, consideró que él no tendría derecho, por escribir en inglés, a participar de esos debates. Sin embargo, estoy convencido de que el hecho de que algunos, como Santiago Roncagliolo, Ricardo Sumalavia, Jorge E. Benavides y yo, conociéramos y admiráramos su aún corta carrera hizo que cogiera más aplomo y al final su presencia fue fundamental para mostrar que la literatura peruana tiene muchas más aristas de las que piensan los cabeza cuadrada que dividen la literatura en andina/limeña. Que Daniel Alarcón es peruano, pese a que escriba en otro idioma, pueden atestiguarlo no solo sus cuentos o sus visitas al país -estuvo en San Juan de Lurigancho hace poco tiempo- sino la manera en que devoró hasta la última cebolla de un lomo saltado en El Inti de Oro, restaurante peruano en Madrid al que la nostalgia nos condujo con disímiles resultados (Sumalavia debió acudir al bismutol, por ejemplo). Al despedirme de Daniel le arranqué dos promesas: que cuando viniese a Lima -en julio- me traería una versión castellana de su libro, y que cuando su próxima novela sea comprada por 600 mil dólares, tal como lo he profetizado, me comprará una casa en Omaha, que es donde viven los escritores panzones como yo.



Daniel Alarcón Daniel Alarcón nació en Lima, Peru y se crió en Birmingham, Alabama. Su obra ha sido publicada en el New Yorker, Harper’s y diversas otras publicaciones. Recibió una beca Fullbright para el Peru, y en el 2004 recibió el Whiting Foundation Writing Award. Actualmente vive en Oakland, CA



Carátula de War by candlelight

Set 3 pocket

6.01.2005
En madrid pude conseguir el añorado set 3 pocket de Moleskine, 80 páginas divididas en tres libretas pequeñas, con pasta de cartón color arena. Preciosas, ligeras, absolutamente perfectas para llevar en el bolsillo en viajes urbanos (se deben complementar con las moleskine de tapas oscuras, la clásica, que es ideal para los viajes más largos). Me compré cuatro juegos -todos los que tenían- dos de ellos de papel liso, y dos de papel rayado. También hay en versión "cahier" (cuaderno) más grandes, para los que necesitan más espacio para escribir. Hoy tomé mi primera nota en mi pocket moleskine nueva. No decía nada en particular.



Set 3 pocket Moleskine